miércoles, agosto 30, 2006

daño colateral

Violencia
"aquello que se hace o sucede con brusquedad,ímpetu,fuerza o intensidad excesiva" Esa es la primera acepción que nos da el diccionario. El adjetivo en principio parece aplicado a fenómenos naturales: tormentas, terremotos, erupciones volcánicas.
El uso frecuente del término ha querido que cada vez se aplique menos a la naturaleza y más a algunas actitudes de los seres humanos. De ahí una segunda acepción: "procedimiento,manera,medio para ejecutar algo que se sirve de la fuerza contra razón y justicia" Según esa definición, la violencia es contraría al derecho, pero muchos Estados y organizaciones salvapatrias, se arrogan esa violencia en nombre del interés general,de la seguridad del Estado,o en nombre de unos derechos históricos de los que nadie los ha convertido en adalides. El fin justifica los medios. Nos acostumbramos a la violencia y la vemos casi sin sentir mala conciencia.
La amenaza real o imaginada, una humillación, los celos o la sed de venganza ( el ojo por ojo que lava una afrenta),"justifican" una reacción violenta que quizas no pase de maldecir, emborracharse o dejarlo estar.Pero algunas veces te cruzas con gente resentida, con los cuales en cuanto su propia paranoia les hace ver una actitud de desprecio o amenaza hacia ellos, se vuelven contra ti o embisten contra quien no es de su agrado pegando a su mujer,destrozando un autobus,asesinando o "conviviendo" con enfermiza naturalidad con una niña secuestrada.
Quitando los minutos que las cadenas de televisión y en general los medios de comunicación de los partidos coyunturalmente en el poder, dedican a autocomplacencia y propia propaganda para feligreses, las noticias sólo hablan de violencia y desgracias. Un informador a pie de obra nos mostrará la sangre derramada en crímenes, bombardeos, violencia doméstica...Todo hasta la nausea,ellos cumplen con su trabajo. Es lo que nos gusta. Cadáveres a la hora de la cena, el horror cotidiano a cámara lenta. ¿Más de lo que podemos tragar? No creo, hemos evolucionado. Nuestra capacidad de asimilar la destrucción y el daño crece proporcionalmente a una extraña mezcla de morbo e indiferencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aplausos..
Estoy totalmente de acuerdo.