domingo, agosto 27, 2006

el dia que J.W. me salvó de una muerte casi segura.

Quizás parezca dificil perderse en el desierto en estos tiempos,y mucho más para un guerrero iroquois. Pero doy fe de que puede suceder. Se que muchos no van a creer lo que les voy a relatar, pero así fué como ocurrió:
El desierto de Mojave es un bello desierto. Siempre me había gustado adentrarme en él durante las noches de luna llena y tumbarme en sus frías arenas mirando las estrellas sin escuchar el más mínimo ruido, o mejor, tratando de escuchar el silencio total. Encontrar el interior de uno mismo y dejar que el alma vuele libre.
Pero una de aquellas noches quizás caminé más de la cuenta, atontado por tan sobrecogedora belleza. Debo reconocer que me perdí.
Al amanecer había perdido totalmente el rumbo y ya estaba a punto de perder la razón. Agotado por la larga caminata, a medio dia y bajo un sol de justicia, me vi maldiciendo a los espíritus y a mi mismo por haber permitido tanta estupidez. Me senté dispuesto a aguardar la muerte por agotamiento o deshidratación. Supe que no existía ninguna posibilidad de salir con vida de aquella situación y que pronto cabalgaría por las grandes praderas de Manitú, tal y como me había contado el sabio hombre chamán que ocurría cuando nuestro alma abandona el mortal cuerpo. De pronto, una larga sombra se proyectó por encima de mi cabeza. Era tan enorme como las mismas rocas del desierto. Pensé que se trataba de un espejismo fruto de mi estado febril, aquellas extrañas piedras de caprichosas formas no se movian,así que intenté no prestar más atención. Pero aquella sombra produjo un sonido idéntico al que hace el hombre blanco cuando monta su rifle y se dispone a hacer una víctima. Entonces creo que fué cuando me desmayé...
Me desperté apoyado contra el pilar de un porche. A lo lejos seguía viendo las formaciones rocosas de mis espejismos, pero a la sombra del porche y en una mecedora, reconocí la figura del hombre del desierto. Era un tipo enorme,un vaquero.
- Hola- dije- me llamo Shakawyaht, que en tu idioma quiere decir "pequeño indio de corazón libre y pensamiento de izquierdas", pertenezco a la nación de los iroquois y estoy agradecido de que me hayas salvado la vida.
El hombre gigante rompió a reir en una sonora carcajada
- Yo soy John Wayne, y soy conocido como "aquel que piensa que el único indio bueno es el indio muerto".-exclamó sonriendo.
- Si eso es verdad, ¿ por qué no me has dejado morir tranquilamente en ese desierto?
- He dicho que soy conocido por eso que te he dicho.Pero eso no quiere decir que sea verdad- dijo repentinamente serio.-
No supe responder.Solamente le estoy eternamente agradecido.

2 comentarios:

***SaRa*** dijo...

Bonita, historia, estas cosas son las que nos dejan imaginar que todo es posible, y a fin de cuentas nosotros somos los dueños de nuestra historia, porque no elegir una como esta?? seguire por aqui ;)

J dijo...

Gracias por tu tiempo Sara