
Siempre he conjeturado que te hubieras parecido a Nieves más que a ninguno de nosotros de nosotros dos, no se por qué. He intuido que tendrías su carácter o al menos una prolongación muy acusada de su personalidad.Lo más sencillo y que no me cuesta mucho imaginar es que nos habriamos llevado muy bien, eso no me cabe duda. Pero lo más desconcertante de pensar hoy en ti, ha sido ver que hay veces que los pequeños detalles se cruzan en el espacio y el tiempo tejiendo extrañas coincidencias que ponen los pelos de punta. Hoy me he enterado que existe una tradición japonesa en la que a los niños se les regalan unas sencillas pero simbólicas muñecas llamadas kokeshi,con el fin de que recuerden siempre a sus pequeños hermanos difuntos..